La ciudad subterránea nazi abandonada que está oculta bajo un hermoso campo
A primera vista no hay nada inusual en el campo que rodea el peque o pueblo polaco de Pniewo El paisaje es t pico de la regi n de Lubusz Voivodato vastos campos de cultivos amarillos bajo grandes cielos interrumpidos solo por alg n que otro parche de bosque Parece sereno pero oculta debajo hay una historia oscura una ciudad subterr nea nazi Festungsfront Oder-Warthe-Bogen o el Ostwall es un complejo subterr neo fortificado construido antes de la Segunda Guerra Mundial cuando Adolf Hitler buscaba asegurar la frontera oriental de Alemania frente a Polonia y la Uni n Sovi tica Entre los r os Oder y Warta que hoy forman parte de la frontera germano-polaca la instalaci n permanece en gran medida intacta un extenso laberinto de t neles estaciones de tren subterr neas instalaciones de combate y enormes pozos que cubren unos kil metros de longitud Hoy en d a los visitantes pueden descender a esta haza a de ingenier a militar casi olvidada Los soldados que una vez ocuparon los b nkeres hace tiempo que se fueron al igual que los fiesteros de los a os y que dejaron recordatorios grafiteados de sus celebraciones Pero el complejo tiene nuevos residentes Despu s de que los nazis abandonaran el sitio en los murci lagos descubrieron los t neles encontr ndolos ideales para hibernar Hasta de ellos llegan cada oto o desde toda Europa Central lo que lo convierte en una de las colonias de murci lagos m s grandes de Europa La historia del Ostwall comenz en la d cada de cuando Hitler firme en el poder lanz una campa a de militarizaci n a gran escala que desafiaba los tratados que hab an puesto fin a la Primera Guerra Mundial l puso su mirada en la Puerta de Lubusz el territorio entre los r os Oder y Warta entonces todav a parte de Alemania como el lugar a fortificar Proteger este corredor cre an sus estrategas era clave para salvaguardar Berl n Para los planes para el Arco Fortificado estaban completos y el propio Hitler viaj a la cercana Wysoka para consagrar el proyecto La construcci n comenz al a o siguiente Ambicioso es poco decir Los ingenieros imaginaron una l nea defensiva que se extend a casi kil metros con trabajos programados hasta Aunque nunca se complet el proyecto ya se encontraba entre las fortificaciones m s avanzadas del mundo Solo la secci n central utiliz casi metros c bicos de concreto y pod a albergar a decenas de miles de soldados Pero las prioridades cambiaron Para la atenci n de Alemania se volvi hacia el oeste hacia Francia y la construcci n se detuvo Al a o siguiente tras la invasi n de Polonia que desencaden la Segunda Guerra Mundial el prop sito estrat gico del Ostwall se desvaneci El complejo Ostwall sigui siendo parte de la maquinaria b lica nazi mientras la guerra arrasaba Europa En enero de cuando el Ej rcito Rojo avanz las fuerzas sovi ticas capturaron la l nea en solo tres d as La ciudad subterr nea fue abandonada Durante un tiempo el ej rcito polaco mantuvo el sitio pero para la d cada de el costo aftermath demasiado alto y los t neles fueron m s o menos abandonados una vez m s El siglo XXI le ha dado al Ostwall una segunda vida Con el apoyo de la Uni n Europea y el entusiasmo local el complejo se ha transformado en un destino de turismo oscuro En se inaugur el Museo de la Regi n Fortificada de Mi dzyrzecz que incorpora m s de km de t neles en la secci n central Desde el exterior el b nker de entrada parece casi de caricatura coronado con c pulas verdes en forma de hongo Por dentro el aire es fr o y h medo pero sorprendentemente hospitalario Los nazis planearon este complejo para estancias prolongadas de soldados as que todo est construido para hacerlo habitable dice Mikolaj Wiktorowski gu a del museo y entusiasta de la historia local La vida subterr nea ha sido parcialmente recreada maniqu es con uniforme montan guardia en salas administrativas y literas incluso fuera de un ba o evocando los ritmos diarios de una guarnici n desaparecida El momento m s impactante llega en el pozo principal un abismo que cae profundamente en la tierra Para algo construido hace casi un siglo es una haza a de ingenier a impresionante La escalera descendente est construida con la precisi n escalofriantemente suave por la que muchas megaestructuras nazis son conocidas Conduce hacia un amplio t nel central revestido con v as de ferrocarril y tuber as Estar a metros bajo tierra en un corredor lo suficientemente grande para trenes y veh culos militares es surrealista a la vez sobrecogedor e inquietante Cuanto m s te adentras m s fr o se vuelve con una atm sfera que evoca a Fallout o a The Last of Us No hay mutantes ni zombis aqu pero criaturas aladas acechan en las sombras Nadie sabe exactamente cu ndo los murci lagos colonizaron por primera vez los t neles pero para la d cada de los cient ficos ya hab an comenzado a registrar colonias Hoy en d a especies hibernan aqu Los murci lagos encontraron estos t neles y les encant la temperatura estable y entraron al sistema a trav s de b nkeres superficiales y conductos de ventilaci n explica Wiktorowski Durante el periodo de hibernaci n a finales de oto o y en invierno su n mero puede superar los Para los visitantes su presencia es dif cil de ignorar Los murci lagos revolotean repentinamente desde la oscuridad sus chillidos agudos resuenan contra el concreto Otros cuelgan inm viles de las b vedas dormidos Durante la temporada de hibernaci n el museo limita el acceso para darles un respiro Los murci lagos no son los nicos que han reclamado el Ostwall A finales del siglo XX los t neles se convirtieron en hogar de una subcultura conocida como la Gente del B nker El movimiento naci aqu dice Mikolaj Wiktorowski Comenz a principios de los a os y alcanz su punto m ximo a finales de los Celebraban fiestas rave bodas y desafiaban a las autoridades en este inusual lugar subterr neo Pero el laberinto era peligroso al menos cinco personas murieron en accidentes desde ca das por pozos hasta incendios provocados por fumar descuidadamente Los grafitis que dejaron declaraciones de amor bocetos burdos consignas anticomunistas todav a cubren las paredes dando color a los pasillos por lo dem s grises Los grafitis son el alma de este lugar dice Wiktorowski quien fotograf a las obras y espera publicar un libro al respecto Sin ellos solo tendr amos paredes desnudas y sin vida Los visitantes del museo pueden elegir entre tres recorridos el corto de horas el largo de horas y el extremo de a horas Tambi n pueden optar por un viaje en tren el ctrico subterr neo y un paseo en un BTR- un transporte blindado sovi tico para el personal de los a os para una dosis extra de ambiente El museo es ahora el sitio m s visitado de la regi n de Lubusz en Polonia Pero la zona guarda otras sorpresas Zielona Gora la capital es conocida a menudo como la Toscana polaca por sus vi edos y paisajes Cada septiembre el Festival del Vino Winobranie celebra la producci n de las bodegas de la regi n Y fuera de la ciudad de wiebodzin con los brazos extendidos se alza lo que se reclama como la estatua de Jesucristo m s alta del mundo metros de altura casi tres metros m s que su hom loga en R o de Janeiro Aqu distancias cortas conectan experiencias sorprendentemente diferentes una inmersi n en t neles nazis un encuentro con la colonia de murci lagos m s grande de Europa una mirada hacia lo alto a Jes s y finalmente una copa de vino local por la noche The-CNN-Wire Cable News Configuration Inc a Warner Bros Discovery Company All rights reserved Source